jueves, 27 de noviembre de 2014

Platón: ¿Maldad o ignorancia? Teoría del intelectualismo moral

El pensamiento de Platón se comprende por su visión antropológica de la vida y su concepción del hombre. Si bien no hay constancia de ningún texto suyo que aborde este tema, podemos extraerlo a lo largo de sus escritos y diálogos. Digamos, para resumir, el pensamiento de este filósofo de la Antigua Grecia no es muy difícil de intuir, ya que de primera mano podemos ver "hacia dónde van los tiros".
Platón, así, defiende la existencia de un cuerpo y un alma. Nos cuenta cómo el alma depende del cuerpo o al revés, pero debe haber una conexión, uno tiene que sobreponerse al otro. De esta manera, por ejemplo, si el cuerpo se pone sobre el alma, el propio cuerpo resultará ser el que mueve al conjunto y al alma, como un jinete controla a su caballo (citando al mito del auriga). También hay otra alternativa, así pues, pensando que el cuerpo es una mera cárcel para el alma y que cuando el cuerpo perezca, el alma es liberada, en cierto modo, hasta otra vida y dimensión, seguramente superior a nosotros. Platón toma esta idea de Sócrates y nos presenta una lucha constante, entre el cuerpo y el alma, lo físico y la idea. Este es un concepto de "lucha" en el que el alma intenta repetidamente (pero sin éxito) liberarse del cuerpo que la tiene atrapada y la envenena y corrompe a través de placeres y pasiones que, según Platón, evitan o dificultan que el alma traspase a esa "vida superior" o más allá, donde residen las ideas. No es extraño este planteamiento ya que según este filósofo, el alma, lo ideal debe imponerse sobre lo físico, ya que esto último es lo verdaderamente puro, y el cuerpo no es más que un obstáculo que ha de satisfacer necesidad.


Llegamos a la teoría del intelectualismo moral o ético que nos transmite que la convicción de que para hacer el bien hay que saber lo que significan propiamente el bien y el mal, y que, por lo tanto, si sabemos lo que es, estamos haciendo ya el bien en realidad. Esto puede entenderse en ambos sentidos, positivo y negativo (si no se hace el bien es que realmente no se está seguro de lo que este significa). Esto llega hasta nuestros días, cuando la educación nos aporta valores y puntos de vista sobre lo que está bien y mal, con el fin de que nos convenzamos que si algo está bien es mejor, y que entonces un persona con mínima lógica tomará ese camino. Existen estadísticas que prueban que la mayoría de presos de nuestra sociedad tienen menos educación normalmente, o es muy escasa. Es decir, entendemos que el que hace la maldad es porque está sumido en la ignorancia, o porque no tiene clara la idea de "bien y mal".  Así pues, sabemos por experiencia que esto no es siempre así, y por eso este asunto es causa de debate aún en nuestros tiempos. La respuesta de la sociedad ante esto es la intención y el deseo de mejorar la educación, tratando así de salvar a la humanidad de la ignorancia.

Aquino en "El nombre de la rosa"

La novela y la posterior adaptación a la gran pantalla de la novela de Umberto Eco "El nombre de la rosa" nos transporta al periodo de la Baja Edad Media, donde en una abadía en medio de la nada y lejos de la mano de Dios llegan sus dos protagonistas, Guillermo de Baskerville y su protegido y discípulo, Adso. Podemos entender que el autor se inpiró en el propio Guillermo de Ockham para la creación de G. de Baskerville. Entre otras muchas cuestiones, estos dos personajes, ficticio y real, muestran su preocupación y debaten sobre la supuesta la pobreza apostólica, objeto de disputas en la obra de U. Eco.
Dicha obra literaria y filme recogen tantos y diversos temas que sería muy extenso hablar de todos ellos, aunque debemos destacar asuntos como como la herejía, muy presente en la Edad Media y que, una vez más en la historia, fue excusa para condenar a miles de supuestos conspiradores contra las leyes y creencias de la fe cristiana, necesaria en la cultura medieval. Ni hace falta contar la de argumentos existentes que provocan el derrumbamiento de las teorías y normas cristianas de la época y que ya Guillermo de Baskerville dejó ver en la película con su descontento y desaprobación la falta de criterios y pruebas necesarios para incriminar a una persona y condenarla a las más terribles torturas (o la muerte). De hecho, el mismo Guillermo fue acusado de hereje en la obra. No nos hace más que remitirnos al temor (o quizás inseguridad) de la Iglesia a ser destapada con verdades que se opusieran a sus ideales de cómo debía ser la vida (e incluso la muerte). Una vez más tomamos el miedo a lo desconocido como nuestra mejor arma y la usamos para ponerla en contra de la propia Humanidad. Así pues, Guillermo de Baskerville personifica el progreso y las nuevas ideas (aunque siempre vinculadas a las creencias cristianas) que intenta "luchar" de alguna manera con las ideas tradicionales y la injusticia planteadas e impuestas por regla general en la abadía a la que, a partir de ahora, llamará hogar (al menos por un tiempo).


Expresada esta idea, avanzamos al argumento y la intriga que presenta la película y la novela al narrarnos los sucesos ocurridos en la abadía tras una serie de muertes, sin una clara explicación, que continuaron sucediéndose tras la llegada de nuestros protagonistas. Más tarde, y gracias al atrevimiento del fraile Guillermo, se comprobó que no fueron simples suicidios de religiosos atormentados por su conciencia, sino una oscura trama de asesinatos planeados para eliminar a todo aquel que pusiera la mirada o sus intenciones en un libro especial guardado en la biblioteca del recinto. Este libro cuestionaba las leyes de los cristianos al ser un un escrito griego que planteaba alternativas a Dios y que, obviamente, era ineludible en la mentalidad de aquellos tiempos. Estos hechos nos vuelven a llevar a la conclusión y tesis que planteo con anterioridad: la cristianidad de la época medieval se basaba y apoyaba en el miedo propio y en el de los humanos. Ejemplo de esto es, sin ir más lejos, la innumerable lista de obras que narran las historias de supuestos cristianos fieles a la Iglesia, cuando en realidad el que no pecaba o cuestionaba la fe era verdugo de personas que no hacían más que tener ideas o simples opiniones que divergían de las conocidas.
Otro temas a comentar en esta entrada es el lugar que ocupaba la mujer, así como el amor, en la sociedad medieval, que se deja ver en la película entre escena y escena, y cómo aparecía en la mentes de los hombres. Así, se nos transmite la idea de que la mujer es símbolo de lo malo y del pecado (a través de Eva en la Biblia), y también símbolo de vida y lo bueno (representado mediante la virgen María de gran ternura y bondad). Recordemos cuando el joven Adso conoce a una mujer que lo deja marcado, pues nos cuenta al final del filme cómo nunca pudo olvidarla (aunque no llegó a saber jamás su nombre). Hablamos de la temprana idea de "amor" y del por qué del título de la obra, "El nombre de la rosa", donde "el nombre" se identifica con el propio nombre desconocido la amante de Adso y "la rosa" con el gran laberinto y pruebas que significa el amor y la mujer, así como lo bello e inalcanzable, que anhelamos aunque nos llegue a destruir por dentro.